Los Caballeros del Círculo Dorado

Historia de la Hermandad



Los Caballeros del Círculo Dorado (KGC) era una sociedad secreta. Algunos investigadores creen que el objetivo de la KGC era anexar un círculo dorado de territorios en México, América Central y el Caribe para su inclusión en los Estados Unidos como estados esclavistas. Otros sugieren que los miembros propusieron una confederación independiente de estados esclavistas, con estados de EE.UU. para alinearse con otros en el círculo del Caribe. Durante la guerra civil americana, algunos simpatizantes del Sur en los estados del norte como Ohio, Illinois, Indiana y Iowa, fueron acusados ​​de pertenecer a los Caballeros del Círculo Dorado, y en algunos casos fueron encarcelados por sus actividades.

George WL Bickley, un médico nacido en Virginia, editor y "aventurero" que vivió en Cincinnati, fue el fundador de la asociación. Las actas de una Convnción de la K.G.C. celebrada en 1.860, indican que la organización "se originó en Lexington, Kentucky, en el cuarto día del mes de julio de 1.854, por cinco caballeros que se unieron en un llamado hecho por el general George Bickley ...." Él organizó la primera sucursal local, en Cincinnati en 1.854. Acosado por los acreedores, dejó Cincinnati en la década de 1.850 y viajó por la costa Este y por el Sur, la promoviendo una expedición a México. Después de la Guerra México-Americana de 1.846, el objetivo original del grupo era proporcionar una fuerza para colonizar el norte de México y las Indias Occidentales. Esto extendería los intereses pro-esclavistas.

La secesión del Sur y el estallido de la Guerra Civil provocó un cambio en los planes del grupo para México con el respaldo al nuevo gobierno confederado. El 15 de febrero de 1.861, Ben McCulloch, Ranger de Texas, comenzó con una marcha hacia el arsenal federal en San Antonio, Texas, con una fuerza de caballería de unos 550 hombres, 150 de los cuales eran Caballeros del Círculo Dorado (KGC) de alto rango. Como un considerable número de voluntarios continuaron uniéndose a McCulloch al día siguiente, el General David E. Twiggs, del Ejército de los EE.UU., decidió rendir pacíficamente el arsenal a los secesionistas.

Los miembros del KGC también ocuparon un lugar destacado entre aquellos que, en 1.861, se unieron al Teniente Coronel John Robert Baylor en su toma de posesión temporal del sur del Territorio de Nuevo México. En mayo de 1.861, los miembros de la KGC y los Rangers de la Confederación atacaron un edificio que albergaba un periódico partidario de la Unión, el Expreso de Álamo, propiedad de J.P. Newcomb, y lo incendiaron. Otros miembros del KGC siguieron al General de Brigada Henry Hopkins Sibley en la Campaña de Nuevo México de 1.862, que pretendía llevar el Territorio de Nuevo México al redil de la Confederación. Tanto Baylor como Trevanion Teel, el capitán de artillería de Sibley, habían estado entre los miembros del KGC que cabalgaron con Ben McCulloch.



William H. Seward

ex-presidente Franklin Pierce

A principios de 1.862, los Republicanos Radicales en el Senado, con la ayuda del Secretario de Estado, William H. Seward, sugirieron que el ex-presidente Franklin Pierce, que era en gran medida crítico de las políticas de guerra de la administración de Lincoln, era un miembro activo de los Caballeros del Círculo Dorado. En una airada carta a Seward, Pierce negó conocer nada acerca de la KGC, y exigió que su carta se hiciera pública. El Senador de California, Milton Latham, posteriormente lo hizo cuando publicó la correspondiencia completa de Pierce-Seward en el períódico Congressional Globe.


Apelando a sus amigos de la Confederación en el Norte y en los estados fronterizos, la Orden se extendió a Kentucky, así como a las zonas meridionales de estados de la Unión, como Indiana, Ohio, Illinois y Missouri. Se convirtió en el más fuerte entre los Copperheads, un grupo demócrata pacifista que consideraba que la Guerra Civil había sido un error. Algunos apoyaron la esclavitud y otros estaban preocupados por el poder del gobierno federal. En el verano de 1.863, el Congreso autorizó un servicio militar obligatorio, que el gobierno pronto puso en funcionamiento. Los líderes unionistas del Partido Demócrata, opositores de la administración de Abraham Lincoln denunciaron el proyecto y otras medidas de guerra, como la detención de personas sediciosas y la suspensión temporal del Presidente por medio de un recurso de hábeas corpus.


Durante la campaña de Gettysburg, de 1.863, en las regiones del sur y el centro de Pensilvania, los estafadores vendían a los agricultores holandeses papeles por el valor de 1 Dólar que pretendían ser de los Caballeros del Círculo Dorado. Junto con una serie de gestos secretos con las manos, estos papeles se suponía que protegerían a los caballos y otras posesiones, de la crisis por la invasión de los soldados confederados. Irónicamente, cuando la división de infantería de Jubal Early pasó por el condado de York, Pennsylvania, se llevaron todo lo que encontraron a su paso. A menudo se pagaba con moneda de la Confederación o letras de cambio del gobierno confederado. El comandante de Caballería J.E.B. Stuart también informó acerca de los supuestos papeles del KGC en su documentación de la campaña.

Goleta J.M. Chapman

Ese mismo año, Asbury Harpending y los miembros de California de los Caballeros del Círculo Dorado en San Francisco, equiparon la goleta J.M. Chapman como un barco corsario confederado en la Bahía de San Francisco, con el objeto de incursionar en el comercio en la costa del Pacífico y capturar los envíos de oro hacia la Costa Este. La intentona fue descubierta y fueron capturados la noche prevista para su partida.

A finales de 1.863, la KGC se reorganizó como la Orden de los Caballeros Americanos. En 1.864, se convirtió en la Orden de los Hijos de la Libertad, con el político del estado de Ohio, Vallandigham Clement L., el más destacado de los Copperheads, como su comandante supremo. En la mayoría de las zonas sólo una minoría de sus miembros era lo suficientemente radical como para desalentar a los alistamientos y resistir el reclutamiento. La KGC mantuvo numerosas reuniones de paz. Un puñado de agitadores, algunos de ellos alentados por el dinero del Sur, hablaron de una rebelión en Viejo Noroeste, lo que podría haber puesto fin a la guerra.

LA HISTORIA RECIENTE DE Bob Brewer y Warren Getler coautores del libro (El oro de los rebeldes)


La obsesión de Bob Brewer por encontrar tesoros acaba dando resultados tras una vida de búsquedas, La pala del piloto de helicópteros jubilado de la marina estadounidense golpeó un objeto duro enterrado en el suelo en una zona muy arbolada, había un frasco de vidrio lleno de monedas de oro y plata lo recogió y sacó unas 20 monedas habían sido acuñadas en el siglo XIX su valor nominal superaba los 400 $ pero el valor actual de las monedas era de varios miles. Después de encontrar el primero encontró varios más durante los siguientes tres años que podría valer entre 300.000 y 500.000 $ ¿Podría ser solo una coincidencia que Bob Brewer tuviese suerte varias veces? o quizá tenía acceso algún conocimiento más secreto.

Richmond (Virginia) abril de 1865 durante los últimos días de la guerra civil, los Estados Confederados afrontaba la derrota y un grupo clandestino de simpatizantes del Sur conocido como los caballeros del círculo dorado planearon seguir luchando. El grupo formado el secreto se atribuya unos 500.000 miembros y actuaba tanto en el norte como en el sur. Los caballeros del círculo dorado eran masones además de confederados, lo que encuentro más fascinantes que su historia haya sido ignorada por los investigadores, pero debemos partir del hecho de que era una organización secreta subversiva. Su objetivo era hacerse con todo México América Central parte de América del Sur, Cuba y todo el sur hasta cerca de Washington fundar un pais independiente y utilizar la esclavitud para explotar el campo.



Según se rumorea los caballeros del círculo dorado acumularon durante su breve historia grandes cantidades de oro y plata que consiguieron atracando instalaciones del Tesoro de los Estados Unidos robando pagas de soldados y repartiendo fondos confederados enviados a Inglaterra y Canadá

Durante la Guerra Civil los caballeros del círculo dorado custodiaba cierta riqueza pero los tesoros que protegían probablemente fuese un botín de guerra o bienes personales escondidos durante la guerra para mantenerlos a salvo.


Bob Brewer en el centro de la imagen junto a su padre

Esa organización y los grupos que comparten sus ideales todavía existen hoy en día, hay familias que forman parte de ella desde hace más de 100 años. Aprendieron a proteger ese dinero a caballo, patrullando a pie y no tocarlo nunca. Bob Brewer estaba siendo entrenado como centinela para proteger el oro enterrado, le enseñaron lo que era un árbol bíblico que contenía símbolos y versículos de la Biblia en código. Un arbol biblico no es mas que una parte de un sistema mayor de árboles y marcas que describen al depositario y le dan instrucciones sobre cómo encontrar el tesoro. Es básicamente un mapa, gracias a un sistema de codificación secreto que le enseño su tío abuelo Bob Brewer descifró las letras J.A.S seguidos por puntos como una abreviatura de un libro bíblico la Epístola de Santiago, James en inglés. Los tres puntos indicaban la tercera estrofa.

Bob Brewer comprendió que el versículo contenía instrucciones, siguió la dirección opuesta a la que indicaba una cabeza de caballo tallada en la corteza de un árbol y al hacerlo conseguio descubrir aún más pistas.


Encontraron enterrados todo tipo de objetos antiguos, si encontraban algun objeto puntiagudo, estaba orientado hacia el tesoro que quizas estubiese enterrado a kilómetros de allí.


Pero para encontrarlo tienes que seguir esa dirección, aunque los primeros indicadores no le dieron directamente hacia ningún tesoro enterrado Bob Brewer se convenció de que era un sistema minuciosamente planeado para ocultar objetos de valor. Se trata de un plan sistemático la que se extiende de este a oeste de Virginia hasta California. Bob Brewer apuntó las ubicaciones de sus hallazgos. marcas 

talladas en árboles, pistas ocultas e incluso pequeños hallazgos de monedas antiguas y empezó a descubrir un patrón de un círculo inscrito en un cuadrado y ambos costados por numerosas líneas. Pero no encontró sentido al plano hasta que su socio John London le mostró una misteriosa plantilla que decía haber encontrado años antes mientras buscaba tesoros en Tejas. En aquella época tuvieron que dibujarlas sobre algún papel traslúcido o algo casi transparente.


Bob Brewer utilizo una reproducción de la plantilla sobre mapas topográficos pues creia que podría permitirle descifrar las pistas que habia descubierto buscando los tesoros de los caballeros del círculo dorado.


Arboles doblados y retorcidos eran en realidad marcadores terrestres encontraron otro marcador terrestre que forma el otro trazo de una X empezaron a trabajar en ello y todo eso cobra sentido cosas que no había visto antes me se dieron cuenta de que encajaban con lo que había hecho hasta entonces la mayor red de tesoros enterrados no solo en los Estados Unidos, si no, en todo el mundo es una red conectada mediante geometría geografía códigos secretos y símbolos que si existiera un libro de los secretos, los métodos utilizados para ocultar tesoros y luego localizarlos estarían en el

Mientras intenta descifrar el código de los caballeros del círculo dorado Bob Brewer al igual que muchos otros buscadores de tesoros prefiere mantener en secreto sus descubrimientos pero ¿porque? Curiosamente cada vez que corre el rumor de que hay un tesoro en alguna zona, de repente se convierte en un parque nacional que les impide acceder a ella por cualquier otra razón que no sea acampar o pescar.


Creo que hay muchos tesoros de este tipo pero la mayoría no cuentan que han encontrado algo porque entonces surge una pregunta ¿a quien pertenece? Se divulgan muchos de estos hallazgos pero quizá solo sea en la punta del iceberg. El razonamiento sobre los caballeros 

del círculo dorado y el oro enterrado en los Estados Unidos es una de las mejores teorías conspirativas que existen hasta el punto de que ya no es sólo una teoría


¿obligan las restrictivas normas gubernamentales a los cazadores de tesoros a mantener en secreto sus descubrimientos? ¿Estarian mejor protegidos esos valiosos objetos en museos y colecciones históricas? ¿podrían verse amenazados por otros cazadores de tesoros aún más audaces que se atreviesen a robar la propia historia de los Estados Unidos?

Por Antonio Rodríguez González